Si hay algo característico en el estilo Wing Chung es el Chi Sao.
No solo sirve para desarrollar diferentes atributos corporales, si no que también sirve para entrenar de manera sorprendentemente eficaz la parte mental. Quiero decir con esto que tras muchas horas de práctica...realmente muchas, el cuerpo se disocia de la mente y esta puede concebir estrategias al igual que en una partida de ajedrez. Uno piensa en todas las combinaciones de movimientos que podría ejecutar y las posibles respuestas del rival.
Cuando esto llega a sucederle a un practicante de Wing Chung, este siente una total libertad y relajación en sus movimientos y también en sus pensamientos que fluyen libremente y lo que es más importante, libres de miedos y angustia a ser golpeados ya que esa es también una parte importante del juego.